sábado, 15 de enero de 2011

"...
Es extraño, estás sin pantalones, sentada a su lado en la cama, contándole como te sientes, como las cosas son superiores a ti, como buscas la mejor manera de que sea feliz, y él te escucha, sentado a tu lado, con un brazo por encima del hombro y el otro acariciándote la pierna, Mirándote.
Te derrumbas a su lado, y el te dice que jamás, nunca...está prohibido volver a alejarse, está prohibido pensarlo, no, no se puede, es tabú. Es tabú pensar lo contrario al querer. Es tabú no creer en la magia. Es tabú no ayudarle a tocar el infinito con los dedos.
Y sigues sentada, inmóvil, con la vista perdida, sin ser capaz de mirarle a los ojos. Viendo el final lejos, pero a fin de cuentas viéndolo, no como siempre, no como nunca. Esos ojos oscuros, parecen la luz cegadora, esa que... aunque perfecta tus ojos no pueden mirar, o en este caso tu mente.
Y lo repite, y te obliga a mirarle, te coge la cara entre sus manos, te repite, te susurra, grita al mundo, con decisión, con las cosas claras, como siempre... que sin ti no es nada, que sin ti todo acaba.
Y te da un beso en la frente lento, suave, al igual que luego hará sobre tus labios.
Y te derrumbas, y caes en el infinito
Entonces lo intenta, y empieza a hacerte cosquillas, y le dices entre risas que te deje, que acabarás haciéndole daño, y notas como le das con el codo en la cabeza, y vas a darte la vuelta para ver como está, pero el sigue, le quita importancia y tú te ríes más y más y te mueves, y caes en la cama, derecha, como si fueras a dormir, y al instante todo se para, tu estas echada, y el mantiene la mitad de su cuerpo encima del tuyo, y la otra mitad sobre la cama, con los brazos en tus costados, entonces el tiempo se para en sus ojos, en su mano derecha despejándote la frente de ese mechón inquieto, y te pierdes, y se pierde, y os perdéis, y habláis sin hablaros, con el tiempo en las manos, con el mundo en los pies...
..."