jueves, 19 de agosto de 2010

Bueno hoy...solo decir que hoy me falta el aire.
Me falta el aire porque pensé en solucionar cosas que creí solucionadas y no es así, que pensé que después de eso la distancia sería mejor, pero no lo fue, y ahora me siento mal, llámalo mentira si quieres, pero yo me siento mal porque pienso que tu lo estás, aún así pienso que este es el menor de tus problemas, que tienes otros mayores, que los plasmas en tus palabras, en tus escritos.
Y es que parece que se acabó el cuento principessa. Ha cambiado todo demasiado, demasiado para lo que mi mente estaba preparada.
A veces quisiera no tener vínculos, para evitar estas lágrimas, porque duele, duelo mucho mucho.
Joder... y ahora creo que echo de menos al invisible de los Arcos y a los sms de risa.
Hoy pienso que es una amistad por otra muy diferente, que una gana y otra pierde, una es más importante que la otra... y yo ya se cual eliges, es muy fuerte descubrir que parte de mi subconciente tiene razón, porque yo nunca quise que la tuviese.
Al fin y al cabo, creo que esto lo he buscado yo, y que uno se jode con lo que tiene, a veces pienso que solo falta un adios y todo acabó, miento, no acaba, porque nos seguiremos a la distancia a través de los demás.
                                                                   JODER!!!

1 comentario:

  1. ¿Por qué hay que elegir? Yo creo que si se puede tener todo sólo hay que esforzarse por tenerlo. Yo no he eligido, sólo reparto mi tiempo, quiero recuperarlo todo y ese "todo" tiene que empezar por algún lado, que no marca un orden de clasificación, sólo un cominezo.

    Yo no encuentro la razón exacta por lo que ha pasado todo esto, o no la veo o me niego a verla, pero no encuentro la razón por la que construimos muros de cementos invisibles, pero tu sabes, no hay nada indestructible, ni el cemento.

    Pero bueno, a lo que iba, pero... ¿Qué vamos a hacer darnos por acabadas? Derrotadas, rendidas, fracasadas, conformistas... separadas? Yo pienso que hemos pasado mucho como para que acabemos así, sé que ahora esos momentos no los tenemos en cuenta o no saltan tanto a la vista como antes pero yo quiero recuperarlo todo y he empezado por lo que menos quiere recuperarme a mí, en cierto modo.

    Ahora analisemos el caso; por qué todo esto? Palabras tontas, contestaciones estúpidas, discusiones idiotas, pero que al fin y al cabo esos hechos no resultan tan mínima para alguna y el problema es de la otra por permitirlo y no percatarse, vamos, el problema es mío.

    Y ¿sabes? No sé ya que decir, son las cuatro, son las cinco y son las seis de la madrugada y me sigue faltando gente, y siguen siendo las cuatro, las cinco y las seis y sigo sin encontrar la manera de recuperarlas, ¿sabes? Y eso me frustra y me duele, pero ¿sabes lo que más duele? Llamarte, hablar contigo y sentir que ambas nos sentimos incómodas manteniendo una conversación casual, ¿Y qué fue lo que hice? Salir huyendo, cobarde de mí, corrí en la dirección contraria intentando olvidar lo que había sentido, y me di vergüenza y me di asco por haberlo permitido. Y eso me reconcome el alma y lo que no es el alma. Aún no he tenido tiempo para meditarlo todo, no he podido plasmar en palabras todo lo que te quiero decir, que no es poco, aunque supongo que detrás de todas las palabras, quedan los sentimientos y en ese campo siy bastante torpe y no sabría expresarme bien.

    Y aunque aún no sé como me disculparía o como intentaría solucionar las cosas, sé como acabaría mi carta, con lo más simple, con lo que más sentía y con lo que estaba segura de que no cambiaría:

    Pese a todo, quiero decirte lo sumamente feliz que he sido contigo.

    Espero que hablemos y nos veamos pronto. Te quiero

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